El grupo de artesanas y artesano Purépechas de Ocumicho, Michoacán, está constituido por 78 integrantes, artesanos y artesanas alfareros purépechas, jóvenes que mantienen viva la tradición de la actividad, en donde destacan las representaciones alegóricas del imaginario judeocristiano con elementos de flora y fauna de la región así como una visión contemporánea.
Son considerados los herederos de la tradición alfarera, en la actualidad continúan con las técnicas ancestrales del barro donde manifiestan su obra plástica, manteniendo la identidad de los diseños decorativos tradicionales; se caracteriza por nuevas manifestaciones que han realizado aportaciones para que la tradición se adapte a nuevos requerimientos estéticos y de aplicación a los objetos decorativos con piezas que lleguen a públicos exigentes.
Existe una Clara división del trabajo: las mujeres son las artistas mientras los hombres ayudan a traer el barro de los bancos ubicados a pocos kilómetros del pueblo y también ayudan a pintar y a comercializar; se observa que con el ´paso del tiempo los hombres se han ido incorporando también en el proceso de creación de las piezas.
En Ocumicho las mujeres trascendieron el enigma de la elaboración de los “diablitos”, incluso antes de que surgiera Marcelino Vicente. Se dice que el diablo: “personaje importante en las creencias precortesianas de la región y también durante la colonia, recorría Ocumicho y molestaba a todos. Se metía en árboles y los mataba. Entraba en los perros, perseguía a la gente, que se enfermaba y enloquecía. Alguien se le ocurrió que había que darle lugar donde pudiera dormir sin molestar a nadie…”por eso los habitantes hicieron “diablos” de barro, para que el maligno tuviera donde estar.
La alfarería ha obtenido el reconocimiento nacional e internacional por sus famosos “diablos”, personaje que aparece encarnado en la vida cotidiana, la alegría, picardía, irreverencia, grosería, erotismo, sensualidad, capricho y pecado.
En 1993, publicaron el libro Ocumicho, arrebato del encuentro, donde muestran e sincretismo de dos culturas y la incorporación de elementos propios del imaginario de las creadoras.